LA CHICA DEL SIGNO DE
CAPRICORNIO
No hay un modelo típico de
mujer Capricornio. Puede ser la conservadora de un museo y mirarte a través de
unas gafas como las de la abuela, porque las necesita, y también ser bailarina
y usar un taparrabos de lentejuelas, por pura diversión. Podrás verla dirigir
con toda eficiencia una asociación de padres y maestros, freír hamburguesas en
una cafetería u organizar el baile de caridad más impresionante de la ciudad.
Una mujer Capricornio puede brillar en las columnas de noticias sociales,
sonreír recatadamente detrás de un candidato político (su marido) o verter
líquidos misteriosos en tubos de ensayo. Pero no importa lo que haga ni la ropa
que use: Saturno regirá sus acciones y sus objetivos secretos. Puede ser ultra
femenina, tan coqueta y encantadora como para conseguir que un hombre se sienta
un oso gigantesco, capaz de protegerla de este mundo frío y cruel; pero también
puede mostrarse gélida, silenciosa y distante, tranquilamente instalada en su
pedestal de mármol mientras te desafía a que tengas la habilidad suficiente
para ganar su distinguida mano. No importa la personalidad que proyecte: por
debajo de sus artilugios femeninos o de su modalidad práctica y sensata,
siempre está la misma meta: una acerada determinación de atrapar al hombre
justo, capaz de llegar a ser importante, de hacerla sentir orgullosa y de ser
buen padre para sus hijos.
Son tantas las muchachas
Capricornio que tienen una carrera, que se podría pensar que el amor y el
matrimonio pasarían siempre a segundo plano. Con el amor, eso es cierto; con el
matrimonio, no. Lo que hay que entender es que las metas de Capricornio son la
seguridad, la autoridad, el respeto y la posición. Poco importa que esas
necesidades se satisfagan frente a un encerado como maestra de escuela, detrás
de un escritorio como ejecutiva, o junto a un marido ambicioso cuya vida social
y hogareña ella pueda manejar con fácil gracia y planteamiento cuidadoso. De
una manera o de otra, la mujer Capricornio conseguirá que la reconozcan; hay
quien lo consigue escribiendo libros, dando conferencias, pintando o
componiendo música. Es sorprendente cuantos nativos de este signo, de uno u
otro sexo, tienen un excepcional talento artístico. Tal vez les venga de su
sentido innato del equilibrio y de la armonía, que les lleva a saber lo que es
placentero y lo que es correcto.
El punto es un poco
delicado, pero incluso las mujeres saturninas a las que llegas a conocer en
algún teatro de revista, o desempeñándose en la profesión mas antigua del mundo
(y apenas si serán un puñado), terminarán por casarse con el artista principal
o con el propietario del teatro, en el primer caso, y con el mas rico de sus
clientes en el segundo. El destino de la Cabra es trepar. No importa
que el punto de partida esté situado alto o bajo: cuando llega a la cima es
cuando la vista le parece más satisfactoria. No hay oropeles en la mujer
Capricornio; jamás las veras abrirse paso a gritos y codazos hasta el primer
lugar. Hasta puede ser que pienses que es lo bastante dócil como para
conformarse con ver la competición desde uno de los asientos del fondo. Espera,
y veras a quien ascienden.
No vayas a pensar
erróneamente que es una chica que jamás sacrificará su carrera al matrimonio.
Dale una mínima oportunidad de brillar en sociedad y ser la dueña de una casa bien
puesta, y ya verás con que rapidez pierde interés en su trabajo (una de las
pocas cosas que hará con rapidez). Si necesitas que lo haga, una mujer de este
signo seguirá trabajando de buena gana para ayudarte en tu ascenso por la
montaña del éxito, sin dedicarse a vagabundear. Por otra parte, si no necesita
hacerlo, estará encantada de disfrutar de su puesto de esposa... siempre que el
puesto sea bueno, y la seguridad económica suficiente.
Uno de los rasgos mas
típicos y deliciosos de estas muchachas es su natural aristocracia, la gracia
de sus modales. Puedes conocer a una chica Capricornio que creció en una cabaña
de una sola habitación, accionando las barreras del ferrocarril, o que es hija
de un hombre que hace el turno de noche en las minas de carbón, pero si no es
ella quien decide hablarte de sus orígenes (cosa que probablemente no hará), tu
estarás convencido de que procede de una de las antiguas familias, y de que fue
a una de las mejores escuelas de educación social para señoritas, tal es su sentido,
innato en Capricornio, de la corrección social y de las apariencias y
convenciones mas conservadoras.
Cualquier hombre que
inicie una relación con la Cabra debe estar al tanto de algo que es básico
para conocer a este signo solar: parecerá dotada de un temperamento más
equilibrado y de más estabilidad emocional de lo que realmente tiene. Su
modalidad puede convencer a cualquiera de que es tan firme como una roca, y de
que nada puede conmover la calma de su superficie. La verdad es que esta sujeta
a mil y un cambios anímicos. Todas las mujeres están sujetas a cambios de
humor, dirás tú; pero las de Capricornio pueden caer en periodos realmente muy
negros y prolongados. Si se siente maltratada o desdeñada, eso le dará para
días, semanas y hasta meses de cavilación. Aunque ella diga que eso es ser
practica y sensata, la tristeza, el pesimismo y la depresión característicos de
Saturno tienen raíces mucho mas profundas. Lo que los desencadena es el miedo
al futuro, la preocupación por el presente y el dolor por el pasado; también,
en estas muchachas, puede ser la sospecha de que se están burlando de ellas o
de que padecen algún tipo de inadecuación. Les cuesta aceptar las continuas
bromas, de manera que evítalas. A decir verdad, a Capricornio le resulta imposible
ver el chiste cuando ella es la victima. No es necesario que estés
constantemente cubriéndola de halagos (de todas maneras, si no fueran sinceros
se daría cuenta), pero no le hagas bromas sobre asuntos importantes, y elógiala
con la frecuencia suficiente como para que se dé cuenta de que comprendes su
verdadero valor.
Para ella es difícil
relajarse en situaciones románticas. Bajo la fría superficie de Capricornio, el
deseo físico es intenso, en mayor medida de lo que la mayoría sospecha, y jamás
se satisface con relaciones superficiales. Andar por ahí perdiendo el tiempo
con abrazos que cortan el aliento y besos apasionados no es, decididamente, su
deporte favorito, aunque una vez este segura de que tú eres el hombre adecuado
y de que la economía es firme -o tu ambición suficiente- será tan cálida como
un oso panda: mimosa, afectuosa, e incluso apasionada. Las chicas de
Capricornio no creen en los sueños vagos que se deslizan al acaso por un
nebuloso cielo azul. Quieren saber hacia donde las lleva la nave del romance, y
si navegan por aguas seguras. Si piensas cruzar el umbral con una Capricornio
en brazos, ten la seguridad de que los cimientos de tu casa sean firmes.
Cerciórate de que esté bien asegurada y de que la hipoteca esté pagada, o poco
falte.
Probablemente será
escrupulosa en lo social, muy pendiente de la etiqueta, y mostrará preferencia
por costumbres raras, como servilleteros de plata labrada y sillas tapizadas en
petit point. Las cosas deben ser correctas, y hay que respetar la tradición por
encima de todo. Es posible que tenga la costumbre incongruente de querer
comprar en las tiendas más caras y exclusivas, y sin embargo, insista en hallar
cosas baratas. No tendrá inconveniente en comprarse un vestido de liquidación,
siempre que la etiqueta sea de una casa buena.
Las mujeres Capricornio
tienen una belleza peculiar y fresca; es raro encontrar alguna que no sea
excepcionalmente atractiva. Aun así, son tímidas y se sienten inseguras de su
apariencia, de modo que necesitan que se les repita continuamente que son
bonitas. Aunque odian todas las formas de engaño, caen en el pecado de no
confesar la edad, y generalmente les sale bien, gracias a la extraña condición
de Saturno: de niñas parecen ancianitas y después florecen súbitamente para
convertirse en mujeres que tras haber pasado la primavera de la vida tienen el
aspecto de muchachas.
Desdeñar a su familia
sería un error terrible. El hombre que se casa con una chica Capricornio se
casa con sus parientes, y de nada te servirá pensar que tu caso será distinto,
porque no lo es. Llegará un momento en que dejarás de reírte de los chistes
sobre las suegras (tal vez llores, en cambio). Muchas veces, la mujer de este
signo es el único sostén de su familia, ya sea en el aspecto económico o moral,
ya en ambos. Es posible que cuide abnegadamente de sus padres enfermos, al
punto de abandonar por completo la idea de casarse. A veces, su sincero amor
por la familia le hará placentero el sacrificio, pero incluso cuando no es así,
su sentido de la responsabilidad y del deber le impedirá eludir la obligación.
Vale más que te resignes a
halagar a tu suegra, y esperamos que sea una mujer sensacional y que se lo
merezca. No discutas de política con el padre de tu chica, y si es necesario
que critiques a sus hermanos o hermanas, procura que la crítica sea
constructiva y se base en una sincera creencia en sus potencialidades. Es
frecuente que Capricornio se encuentre con la carga de familiares pobres o
inválidos, y una Cabra típica jamás dejara que el amor, por mas ardiente que
pueda ser, le haga descuidar esas obligaciones. Será mejor que empieces a
pensar en tener uno o dos cuartos de huéspedes para los familiares que vengan
de visita. Pero la situación también tiene sus beneficios: tendrás una esposa
cálida y considerada con tu familia también. Una chica Capricornio entenderá
que semanalmente tengas que pasarles cierta cantidad de dinero a tus padres, y
es probable que sea compañera de tus hermanos y hermanas. Es de las muchachas
que, cuando la lleves a casa a presentársela a mamá, se ganan instantáneamente
su aprobación. Como los hombres son tan desconfiados, esa actitud de aceptación
puede hacer que den marcha atrás; siempre es mas divertido tener que luchar
contra las objeciones que le pongan a tu chica. Pero estarás dándote de narices
a pesar de tu corazón, porque tu madre no se equivoca. Capricornio, si es una
saturnina típica, será excelente esposa.
Es frecuente que el hogar
de la mujer Capricornio de la impresión de algo que se mantiene inmaculado con
tanta facilidad y poco esfuerzo que uno diría que hay hadas y elfos ocultos en
los rincones, que después de medianoche se ponen a trabajar furiosamente, a
lustrar y pulir, a cocinar y limpiar. Craso error. El último lugar donde se
puede esperar encontrar esos seres imaginarios es en casa de un Capricornio.
Por lo general, el sentido práctico de Saturno y su sólida fe en los hechos le
impiden cualquier tipo de simpatía por lo invisible. Aunque se le sentara uno
en la punta de la nariz, una chica Capricornio no creería en los duendes. Es
justo, sin embargo, reconocer que por mas que no sea precisamente una soñadora
o una adepta del ocultismo, una vez que tiene conocimiento de los hechos, es
capaz de ver lo que hay de romántico y poético en las situaciones mas
ordinarias.
Lo que ella reconoce es
una forma terrenal de belleza que puede hacer que hasta lo burdo y lo feo
parezcan encantadores gracias a su utilidad práctica. No le son ajenos los
hechizos de las gitanas, ni es sorda al tintineo argente o de las lluvias
primaverales o a la llamada de la alondra solitaria. La buena música la
conmueve profundamente, y le fascinan casi todas las formas de arte. Tal vez
necesite ver y tocar la magia para creer en ella. Tal vez un duende conseguiría
mucho mas de ella si, en vez de insinuarlo en un cuento de hadas, viniera
directamente a decirle donde está escondido el cántaro lleno de monedas de oro.
La mayoría de los
Capricornio reservan su fantasía para la historia y los hechos heroicos del
pasado. Dado que reverencia la tradición y rinde homenaje a quienes han
superado obstáculos hasta llegar al éxito, para la Cabra es más fácil
conmoverse ante las victorias del Cid que entusiasmarse con tus últimos
proyectos deslumbrantes. En realidad, ella es la verdadera romántica, con más
imaginación que la de las cabezas de chorlito cuyas fantasías nada tienen que
ver con la realidad. En el alma de las muchachas de enero esta siempre presente
la poesía, aunque ellas no simpaticen demasiado con los poetas que se mueren de
hambre en alguna buhardilla. Ocúpate de la comida y del alquiler antes de
correr en pos del sueno, es el lema de Capricornio. Y además, sea el que fuere,
asegúrate de que es un sueño que vale la pena conseguir. La Cabra no
encuentra nada encantador ni fascinante en el fracaso.
Tal vez tengas que
compartir tu esposa Capricornio con alguna causa. Será incansable en su defensa
de los pobres y los desvalidos, pero es posible que prefiera concretar su
caridad a través de esfuerzos de grupo, más bien que individuales. Las
simpatías saturninas son habitualmente organizadas, rara vez dispersas. En los
clubes femeninos, las nativas de este signo son líderes naturales.
Será probable que infunda
a sus hijos su hábito de economía y su respeto de la calidad. Les enseñará que
algo “se come, se usa, se lo hace servir o se arregla uno sin ello”. No por eso
dejará de servirles los mejores trozos de carne ni de comprarles la mejor marca
de zapatos. Para ella, económico no significa necesariamente barato. Exigirá
que los niños sean educados con la familia y los mayores, y es probable que les
enseñe excelentes modales. No les consentirá ni les permitirá caprichos o
desobediencias. Si le das un libro sobre psicología infantil, es posible que lo
use para dar unos azotes a un vástago rebelde y lo deje para leerlo mas tarde.
Aunque no le gustan los besos pegajosos, pocas madres son mas delicadas
que la Cabra; sus hijos contarán siempre con un oído atento. Tal vez sea
un poco estricta y no se compadezca demasiado de sus dolores de crecimiento,
pero cuando le cuenten sus logros se convertirá en una oyente fascinada. El
chico que vuelve de la escuela corriendo y grita: “¡Adivina lo que aprendí
hoy!” contará siempre con la atención de la madre Capricornio, nunca demasiado
ocupada para interesarse por sus hijos. Cuando estos lleguen a la adolescencia
puede haber algunas dificultades de comunicación, cuando el conservadurismo
saturnino choque con el liberalismo juvenil; es el momento en que la
Cabra puede necesitar ayuda para comprender el entusiasmo de los sueños adolescentes.
Por dura experiencia, aprenderá que no puede restringir sus amistades, haciendo
que se limiten a las que ella considera “aceptables”, pero tiene la
inteligencia suficiente para adaptarse y no usar los cuernos, si la situación
llega a tal punto que ella pueda salir perdiendo más de lo que gane.
Como muchas mujeres de
este signo son de cutis sensible, no usan demasiado maquillaje, y hasta muchas
de ellas son alérgicas a esos productos. Pero la naturaleza les dotó de una
belleza natural que no necesita demasiados artificios, y que perdura mucho.
Algunas mantienen una tez sorprendentemente fresca, rasgos firmes y los ojos
brillantes hasta los ochenta años y más.
Ten paciencia cuando se
trate de ayudar a tu esposa Capricornio a superar su falta de confianza
personal. El hecho de que los delirios no la atraigan no significa que carezca
de imaginación. Pon a prueba algunos de sus sueños prácticos, y te sorprenderá
ver que bien funcionan. Aunque la terquedad sea uno de sus defectos, no es
quejosa ni insistente. Sin dejar de ser tierna y delicada, te empujara hacia el
éxito y, a pesar de su actitud modesta y hasta dócil, sabrá como hacerte girar
en torno de su dedo meñique. En su amor hay una riqueza profunda y más
perdurable que el amor quebradizo, quemante y exigente de otras mujeres. ¿Y
quien dijo que no creía en los cuentos de hadas? Solo la prudente doncella
Capricornio podría mirar al fondo de los ojos de un sapo desmañado y torpe, y
ver que en realidad es un príncipe disfrazado. Y no solo eso: si te casas con
ella, jamás te encontrarás sin calcetines limpios.